Tipos de collares





Durante el paseo, llevar un collar y una correa adecuados es necesario para que ese momento sea relajante para el perro, y así evitar problemas físicos y  problemas de conducta.



Hablaremos de los diferentes collares que hay en el mercado: 

 



Collar de pinchos o castigo: Éste collar se basa en producir mucho dolor en el cuello (zona extremadamente sensible) cuando el perro tira de la correa, ya que los pinchos se clavan, pincha y duele independientemente si los pinchos van recubiertos de tapones de goma o no. Se supone que el perro deja de tirar cuando lleva éste collar, pero en realidad pasado el susto del principio desarrollan más musculatura en el cuello y dado que no saben andar con la correa, siguen tirando igual con dicho collar. Además, suele ir acompañado de un problema grave de conducta, como es la agresividad con correa dirigida a perros. Explicaremos porqué:



Imaginemos que somos un perro, vamos paseando por la calle y vemos a otro perro. Nuestro instinto nos hace acercarnos al otro perro para olerle y saludarle, en ese momento de tensar la correa nuestro dueño pega un tirón con el collar de pinchos, nosotros que somos el perro, asociamos al “otro perro” con el “dolor intenso” de nuestro cuello. El resultado es que asociemos “ver a un perro” con “dolor” de forma que para evitar ese dolor, ahuyentaremos a los perros que nos encontremos por la calle ladrándoles, gruñéndoles o intentando morder. Los perros reactivos por culpa del collar son perros que sólo atacan cuando van atados, pero cuando están sueltos se llevan fenomenal con los demás perros, porque saben que los demás perros no le producen dolor cuando van sueltos.  Los perros funcionan por causa-efecto, de forma que entienden que al ir atados los demás perros les producen dolor y al ir sueltos no. Éste problema de reactividad se agrava cuanto más tiramos de la correa y cuando cambiamos el collar de pinchos por otro que también produzca dolor. Los perros durante el paseo con este tipo de collar van o muy nerviosos o muy asustados, pero no disfrutan en absoluto.



Collar de ahogo o estrangulador: Éste collar estrangula a nuestro perro, el dolor es intenso como en el caso anterior y la reactividad que produce es la misma, con un agravante, el collar al estrangular durante un periodo prolongado de tiempo produce colapso al animal, ya que cierra las vías respiratorias y puede sufrir un desmayo por falta de oxígeno. Normalmente los perros que van tirando con este tipo de collar jadean y hacen un sonido al respirar como de “roncar”, producido por la dificultad de respirar mientras llevan obstruido el cuello. Además, éste collar debe ponerse de una forma concreta (que no voy a explicar porque estoy en contra de su uso) para que estrangule y afloje, y muchos propietarios lo colocan mal, de forma que al ceñirse al cuello no se afloja y el perro va literalmente ahogado durante todo el paseo. Éste collar, por el mismo principio de asociación que el de pinchos, produce agresividad con correa, estrés y miedo.



Existen defensores de ambos tipos de collares, porque opinan que no duele tanto, que los perros no sienten dolor … a todos ellos siempre les propongo lo mismo: provadlo sobre vuestro cuello.



Collar eléctrico: Este collar produce una descarga eléctrica sobre el cuello del animal similar a cuando tocamos un enchufe, existen diferentes tipos de intensidad y si es muy elevada produce paro cardíaco como la produce un rayo al caer sobre un organismo. Hay quien lo llama “collar educativo” pero es literalmente “ una herramienta de tortura”. Existen videos en internet de personas que se lo han provado, se puede apreciar el dolor que provoca y a partir de cierta intensidad el individuo se orina encima. Poco más que decir, verdad?



Collar de cabeza: Es un tipo de collar que sujeta el hocico y al tirar el perro hace que se gire la cabeza. Este tipo de collar produce muchísimo daño en el cuello (probad a girar la  cabeza de forma brusca hacia un lado), además este tipo de collar obliga a llevar la cabeza en alto, con lo que el perro no puede oler el suelo y relajarse. Estos perros suelen ir “mirando” a su alrededor de forma nerviosa durante el paseo, tensos por no poder oler y mover la cabeza libremente. También produce reactividad en muchos casos.



Collar normal: El collar normal es una solución fantástica si el perro no tira, ya que es cómodo para ellos y recomendable que lo lleven para poderle colocar una chapa identificativa. Si el perro tira, aunque el collar no está ideado para producir dolor como los tres anteriores, produce dolor en las cervicales como si nosotros lleváramos colgado al cuello un peso elevado. Las vértebras se resienten y aparecen contracturas de las que el perro no se queja, pero si lo lleváis a un fisio veréis las lesiones. En ocasiones las lesiones se aprecian porque el perro tiene girada ligeramente la cabeza hacia un lado.



Arnés normal: Existe la leyenda que un arnés incita a tirar al perro, esto no es cierto. Por poner un arnés ningún perro va a tirar más, lo que ocurre es que el perro al tirar con el pecho tiene más fuerza y por eso notamos que el perro tira con más fuerza con arnés que con collar. Un arnés es ideal durante el paseo dado que no produce dolor ni lesiones en el perro.



Arnés anti-tiro estrangulador: Es un arnés que el perro al tirar se estrechan las tiras que pasan por debajo de las patas delanteras y producen tanto dolor al perro (además de heridas por roce) que el perro deja de tirar. Es un arnés incómodo, doloroso y totalmente desaconsejable.





Arnés anti-tiro atado por delante: Este tipo de arnés es como uno normal pero se ata la correa a la altura del esternón, cuando el perro tira no puede ejercer fuerza y notamos que el perro no tira tanto. Si el perro tirara muchísimo se llegaría a girar, pero a no ser que nosotros tiremos bruscamente del perro esto no suele pasar durante un paseo normal. Este tipo de arnés es ideal para perros que tiran mucho y nos arrastran, y es recomendable para perros de gran volumen durante la etapa de trabajo con correa.



 Hay un gran abanico de posibilidades, pero sólo hay una forma eficiente de que el perro no tire de la correa: llamar a  un educador y enseñarle a no tirar de la correa. De esta forma, nosotros y nuestro perro disfrutaremos de un paseo relajado. Y el collar o arnés pasará a ser algo estético donde colocar la plaquita idetificativa.

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