Perros visuales, perros olfativos.

Para todos es sabido que el olfato es el sentido más desarrollado que tienen los perros, aproximadamente un millón de veces superior al del humano. Teniendo un olfato prodigioso, no es extraño pensar en un perro olfateando durante todo el día, pero la realidad es que los perros con los que convivimos “miran” pero no “huelen”. ¿Por qué?




Lo habitual es que nuestros perros paseen por la calle mirando a su alrededor, que les demos un trozo de comida y la miren antes de comerla, pero lo natural no es eso, lo natural es que huelan.



Los humanos somos animales visuales, podemos pasar tres horas mirando la televisión sentados en el sofá sin movernos y se nos pasa el tiempo volando porque estamos entretenidos, pero no podríamos pasar tres horas en el sofá sin tele, un libro, o el ordenador. Podemos ejercitar la mente estudiando, resolviendo crucigramas, sudokus… e incluso si queremos concentrarnos o recordar algo solemos mirar a un punto fijo.



Pues bien, de la misma forma que los humanos somos visuales los perros son olfativos, ellos se entretienen, ejercitan la mente y se concentran mediante el olfato. Supongo que habeis oido hablar de los perros de rescate de personas (encuentran personas perdidas mediante el rastro de olor), los perros detectores (utilizados para encontrar explosivos, drogas), los de alerta médica (avisan de subidas de azúcar, ataques epilépticos)... estos perros han sido entrenados para "marcar" un olor, pero todos los perros son capaces de detectar ese olor, solo que unos están entrenados para "decirtelo" y los demás no.

Cuando un perro se para  oler el pipí de otro perro, está estudiando si el otro perro era macho o hembra, si estaba enfermo o sano, si era adulto o un cachorro, si es nuevo en el barrio... Los perros a través del olfato obtienen mucha información de su entorno y eso enriquecedor para ellos como lo es para nosotros ir a visitar un lugar nuevo, o ver una película interesante.


Cometemos el error de tirar de la correa del perro cuando durante el paseo se para a oler algo, les incentivamos a mirar tirándole la pelota para que la persigan… estamos creando perros visuales, perros que durante el paseo miran a su alrededor de forma nerviosa, tiran de la correa, ladran... en definitiva, no disfrutan del paseo. Les privamos de su forma natural de relacionarse con el mundo y eso produce mayores niveles de reactividad, estrés, bajo poder de concentración y dificultades para el aprendizaje entre otros muchos problemas. Por suerte, existen métodos para reconvertir a un perro visual en uno olfativo, pero deben ser recomendados por un profesional.

2 comentarios:

Jota Carou dijo...

Hola Sonia, me gusta mucho tu blog. Vengo leyendolo desde hace un tiempo pero echo en falta que te explayes más. Es cierto que es mejor quedarse con ganas de más que quedarse empachado pero sólo es mi opinión.
De todos modos me parece muy bueno.

Un saludo.

sonia losada dijo...

Hola Jota!!

Me alegro muchísimo de que te guste el blog ;)

Siento no hacer los artículos más largos pero sino se harían muy pesados de leer.

Un saludo!

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